Criadero Diluo
Criando caballos integros

“La mejor genética en razas importadas…Excelente personal, instalaciones cómodas y completas para el bienestar equino.”
Diluo da la bienvenida a todos los apasionados por los caballos y ofrece una amplia gama de servicios.
Cuenta con la genética de más alta calidad para el desarrollo de embriones, asesoría e importación de ejemplares, despacho de semen fresco y congelado a nivel nacional e internacional de la raza Frisón, Barock Pinto y Gypsy Vanner. Somos un equipo de trabajo que busca siempre el bienestar y la crianza óptima de los caballos convirtiéndonos así en uno de los mejores criaderos del país.
Sementales
Razas
En Diluo, nos enorgullece compartir nuestra pasión por la cría y promoción de algunas de las razas más majestuosas del mundo ecuestre: Frisón, Barock Pinto y Gypsy Vanner. Cada una de estas razas posee una historia rica y características únicas que las hacen destacar por su elegancia, nobleza y versatilidad.
En esta página, descubrirás lo que hace especial a cada una de estas razas, desde su temperamento y belleza hasta su desempeño en diversas disciplinas ecuestres. Acompáñanos en este recorrido por el mundo de los caballos, donde la excelencia genética, el cuidado y el respeto por estos magníficos animales son nuestra prioridad.

Frisón
El caballo frisón es una raza que se originó en la región de Frisia, en los Países Bajos. Su historia se remonta a más de mil años.
El majestuoso caballo frisón, conocido por su impresionante porte y versatilidad, logró alcanzar un notable nivel de reconocimiento en Europa, destacándose en diversas disciplinas como corcel de batalla, caballo de doma, de tiro y de trote. Durante el siglo XVII, la Edad de Oro de los Países Bajos coincidió con el apogeo de esta magnífica raza. Su popularidad fue especialmente palpable entre los oficiales militares de la nobleza, así como en las prestigiosas escuelas de equitación de las cortes europeas, donde la alta doma se había convertido en una moda imperante.

Barock Pinto
Los caballos de la raza Barock Pinto presentan una mezcla genética que incluye sangre de caballos centroeuropeos y, al menos, un 37.5 % de sangre frisona. Esto se logra a través del cruce de caballos o yeguas de sangre caliente con capa Pía (pinta) combinados con ejemplares de sangre frisona. A pesar que mantener esta particular capa en los potros ha representado un desafío considerable, el creciente interés del público por estos llamativos caballos, junto con su notable valor en el mercado por su exclusividad, ha permitido el desarrollo y consolidación de esta raza; sin embargo los ejemplares que no compartan la capa Pía (pinta) pero que cumplan con las otras características de la raza, son igualmente aceptados en la asociación, en una categoría de registro diseñada especialmente para ejemplares de capa sólida.

Gypsy Vanner
El Gypsy Vanner, también conocido como Gypsy Cob, Irish Cob, o Tinker Horse, tiene sus raíces en el pueblo gitano (Romanichal) de Gran Bretaña e Irlanda. Durante siglos, los gitanos fueron nómadas, viajando en carromatos cubiertos conocidos como “vardos”, que eran tirados por caballos. Estos caballos no solo eran esenciales para el transporte, sino que también se convirtieron en un símbolo de estatus y orgullo para los gitanos.
A lo largo de los años, los gitanos seleccionaron cuidadosamente a los caballos que criaban, buscando un animal que fuera fuerte, resistente, amable y capaz de tirar de los pesados vardos durante largas distancias. Estos caballos debían ser tranquilos y manejarse bien en familia, lo que también los hacía aptos para los niños. A través de una selección rigurosa, combinada con cruces con razas como el Shire, Clydesdale, Dales y Fell Ponies, surgió el caballo Gypsy Vanner, conocido por su carácter amable, su fuerza, y su distintiva apariencia con un su tamaño compacto, su gran cantidad de pelo en crines, cola y llamativas plumas en sus anteriores y posteriores, con llamativos colores, a menudo píos o pintos, de cuerpo musculoso y una cabeza refinada, con una mirada amable y tranquila. Su porte elegante y su comportamiento amigable los han convertido en favoritos, no solo entre los gitanos, sino también en el mundo ecuestre en general.